The Little Willies es una banda formada en el 2003 en
la que participa Norah Jones al piano y voz principal. Los demás miembros da la formación son: Richard Julian como
vocalista, Jim Campilongo en la guitarra, Lee Alexander en el bajo y Dan Rieser
en la batería. El grupo se formó cuando cinco amigos tuvieron un primer
concierto en el Living Room de New York City, como una excusa para tocar juntos.
Al principio sólo tocaban tributos a otros cantantes country, incluyendo a
Willie Nelson, del cual sacaron el nombre del grupo, pero luego empezaron a
componer canciones propias. Su primer álbum, "The Little Willies"
(2006) fue el paso definitivo a la fama.
Los discos de versiones se han convertido en los últimos años en un recurso frecuente para enmascarar bloqueos creativos, apurar contratos agonizantes o prolongar el impacto comercial de un artista, así que es inevitable que se les dé tratamiento de discos menores en el mejor de los casos.
Los discos de versiones se han convertido en los últimos años en un recurso frecuente para enmascarar bloqueos creativos, apurar contratos agonizantes o prolongar el impacto comercial de un artista, así que es inevitable que se les dé tratamiento de discos menores en el mejor de los casos.
Aún así, el concepto está claro: The Little Willies han venido al mundo para sacarle brillo al country de solera al que tanto cuesta sacudirse la reputación de casposo en los círculos de la modernidad. No se acercan al género con intención redentora y oportunista. Su tratamiento es mucho más purista y referencial, pero está interpretado con tanto swing y producido con tanta elegancia que resulta cautivador incluso para los turistas del género.
En "For The Good Times", (el título es ya en sí mismo una declaración de intenciones), todas las canciones tienen enjundia: desde la recreación de "I Worship You", un viejo tesoro del catálogo de la leyenda del bluegrass Ralph Stanley, hasta la bellísima versión serpenteante del clásico de Dolly Parton, "Jolene".
En medio, aparte del festín para los oídos que representan todos y cada uno de los solos del excepcional guitarrista Jim Campilongo, brillan el rock arenoso de "Diesel Smoke, Dangerous Curves" (que, eso sí, no puede hacer sombra a la inolvidable versión de Billy Strange), el dueto de Jones y Julian en el standard "Lovesick Blues", que dota al viejo clásico que popularizó Hank Williams de una ternura conmovedora y el irresistible trote honky-tonk de "If You've Got The Money I've Got The Time", uno de los guiños reverenciales a los patriarcas, (en este caso Willie Nelson), que definen el espíritu de un disco tan agradecido como agradable.
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