"Let's Start Again" es un álbum del que nadie habla, como si fuera de segunda división, aunque lleve consigo un trabajo de cuidadosa orfebrería que, si bien no acaba de enganchar a las primeras de cambio pues requiere una paulatina concesión de oportunidades, acaba abriéndose paso en el reconocimiento particular a base de insistencia.
Se podría destacar de él que resultan peculiares y muy llamativas esas sensaciones que cabalgan en la lengua del amor y de la emoción, a mitad camino entre el Dylan más setentero y Willy DeVille ("Let’s Start Again" o "Song Of Her Desire"). Después, las raíces americanas están latentes en temas como "Revelation Blues".
Por otra parte si a ritmo de swing sorprende "Heart Trouble", el toque country más exquisito llega de la mano de "If Things Don’t Change", de "Strange Kid" o de "Let It Go", mientras que los detalles latinos de "King Of Mexico", "Under My Wig", "Fool’s Paradise" o esa intensidad de rhytm&blues clásico negroide de "Radio Waves" se aproximan mucho más al inolvidable dandy Monsieur DeVille.
Finalmente, este cantautor irlandés del que muchos desconocen la calidad que atesora, deja constancia y firma un disco amable y exquisito, con el que hay que rendirse ante la evidencia y decir amén.
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