La cantautora guatemalteca ha publicado recientemente "¡Spangled!" (2019), su sexto disco de estudio, una producción en la que contó con la colaboración del músico, compositor, arreglista y productor estadounidense Van Dyke Parks, y con el que trabajaron tres temas en inglés, dos en español y dos en portugués.
Gaby Moreno comenzó con la promoción de "¡Spangled!" en julio de 2018 y presentó el primer sencillo de la producción titulado "The Immigrants", un tema que expone lo que sucede en la actualidad en EE. UU. y con el que muestra su apoyo a los migrantes.
"¡Spangled!" es un disco muy latino y, a la vez, muy clásico que incluye ritmos de joropo, vals, bolero, bossanova, tropicalia y un poco de rock.
La idea de este disco es celebrar la migración de las canciones a través de las Américas.
Dee White se llama a sí mismo "Southern Gentleman" en el año de su debut (2019), pero por mucho que el cantante/compositor se apoye en sus antecedentes de Alabama, su estilo retro evoca un pasado que no necesariamente pertenece a la tierra sureña de la línea Mason-Dixon.
El productor, Dan Auerbach, crea un entorno elegante y exuberante que rememora el suave country-rock que emanaba Laurel Canyon a principios de la década de 1970. Cuando se combina con la voz aguda de Dee White, que se desliza hasta falsetes que recuerdan a Roy Orbison, como bien hace en el tema "Crazy Man", este sonido flexible puede recordar a la banda de Rick Nelson "Stone Canyon", sólo que con menos ruido.
Todos estos elementos retro son el punto inicial en "Southern Gentleman", en parte porque Dan Auerbach ejecuta esta amalgama sonora de manera solvente. Es un placer sumergirse en sus texturas y detalles.
Tan envolvente es el sonido de "Southern Gentleman" que lleva poco tiempo darse cuenta de que este llanero solitario ha escrito canciones lo suficientemente impactantes como para apoyar esta producción. Dee White escribe canciones de amor, desamor y divagaciones con sutil garbo y agudeza.
Son el tipo de canciones que se sienten como viejas en la primera inspección, luego revelan su seña de identidad con repetidas visitas e invitan a más de una escucha.
En 2016, Janiva Magness fue nominada a los premios Grammy por su álbum "Love Wins Again", en el que incluía una apasionada versión de la canción de John Fogerty "Long As I Can See The Light". La evolución natural de aquella versión es el último trabajo de Magness, "Change In The Weather: Janiva Magness Sings John Fogerty".
"Change In The Weather" ofrece una selección de 12 canciones del líder de Credence Clearwater Revival entre las que se incluyen conocidos éxitos de Creedence como "Lodi" o "Bad Moon Rising", y otros de la carrera en solitario de Fogerty como "Don’t You Wish It Was True" que aparecía originalmente en su álbum en solitario de 2007 "Revival", y en el que Magness cuenta con la colaboración de Taj Mahal.
Aunque Janiva Magness está en una buena fase creativa lanzando un álbum anualmente y recorriendo el mundo, este 2019 promete ser otro año excepcional. Además de publicar "Change In The Weather", recientemente presentó sus muy esperada memorias, "Weeds Like Us".
Mientras que los álbumes muestran el inmenso talento musical de Janiva, "Weeds Like Us" explica por qué dice que "el blues es mucho más que mi vocación. Ha sido mi salvación ". Perdió a ambos padres por suicidio cuando era niña y fue ingresada en una docena de hogares de acogida. Pero, inspirada por el aliento de su madre adoptiva y una actuación estimulante del legendario músico de blues Otis Rush, encontró estabilidad, salvación y, en última instancia, triunfo en la música.
Dicen sus componentes que de The Highwomen no es un grupo, sino un movimiento. ¿Su misión? Romper con el papel todavía secundario de las mujeres en el mundo del country. A pesar de que el género cuenta con superestrellas como Carrie Underwood o Faith Hill, principalmente en Estados Unidos, cuentan que las artistas femeninas siguen teniendo menos oportunidades que sus colegas hombres, sobre todo a la hora de sonar en la radio.
De ahí que tres mujeres que han conseguido bastante repercusión en los últimos años como Brandie Carlile, (imprescindible su último trabajo "By The Way, I Forgive You" del 2018), Amanda Shires y Maren Morris hayan unido fuerzas para formar una superbanda, (Natalie Hemby es la cuarta en discordia), que viene a ser la contrapartida de aquellos The Highwaymen que en los '80 reunió a Johnny Cash, Willie Nelson, Kris Kristofferson y Waylon Jennings.
De hecho, su debut se abre con una versión adaptada de su tema "The Highwaymen", aquí rebautizada naturalmente como "The Highwomen", en la que han contado con la colaboración de su compositor original, el mítico Jimmy Web. La punzante canción, en la que cada estrofa da voz a una mujer muerta por su condición, y que cuenta también con Sheryl Crow y Yola Carter, es la invitación perfecta a un disco que combina su mensaje social y reivindicativo con la alegría de escuchar estas voces trabajando juntas.
El álbum, producido con clase por Dave Cobb, alterna momentos más ligeros como la pegadiza y divertida "Redesigning Women", "Loose Change", "Don't Call Me" o el honky tonk de "My Name Can't Be Mama", con otros más solemnes como "Old Soul" y "My Only Child", preciosas canciones que llaman a la unidad como "Crowded Table" o grandes baladas como "Wheels Of Laredo" o "If She Ever Leaves Me", co-escrita por Jason Isbell, (esposo de Amanda Shires) y cantada por Carlile; posiblemente la primera canción en la historia del country en la que una lesbiana le gana la partida a un cowboy.
Veremos si The Highwomen consiguen su objetivo pero, pase lo que pase, nadie podrá negarles que lo han intentado grabando un debut tan fantástico como éste.
Han pasado unos 26 años desde que Sheryl Crow dominó a principios de los años 90 con su gran éxito "Tuesday Night Music Club". Desde entonces, ha habido 9 álbumes, todos pisando diferentes caminos sonoros y mostrando su versatilidad y autenticidad como artista. Aparentemente, "Threads" será el undécimo y último álbum de estudio de Crow, y presenta colaboraciones y dúos con Eric Clapton, Keith Richards, Willie Nelson, Kris Kristofferson, Emmylou Harris, James Taylor y Vince Gill entre los muchos.
La pista de apertura "Prove You Wrong", es una canción de country-rock con Stevie Nicks y la nueva sensación country Maren Morris. Si esta pista parece un poco ligera, entonces el triunvirato de blues-country de Crow, Bonnie Raitt y Mavis Staples sube el calor en "Live Wire", con la slide guitar característica de Raitt y la voz ronca de Staples que envalentonan la melodía lamentando un "amante tan terco como la hierba". Uno de las pistas sobresalientes del álbum, "Tell Me When It’s Over", evoca a la icónico "If It Makes You Happy", aunque menos nihilista y más realista, y podría ser una versión más exigente de "My Favourite Mistake". Este blues de temática agridulce es simplemente hermoso, y las voces de Crow y Chris Stapleton así lo demuestran.
Conocida por sus letras políticas astutas y su activismo sincero, Crow critica la política, la violencia armada y la codicia con buenos resultados aquí. "Story Of Everything" es un áspero paisaje funk con la participación de Chuck D, Andra Day y Gary Clark Jr., donde transita por la América reciente hablando desde cuestiones raciales, pasando por políticos y la asistencia social. La estrofa "Nuestro congreso no hace nada, nunca comete errores, porque no se presenta a trabajar, ¡excepto para darse un aumento!", no puede ser más elocuente. De manera similar, "Wouldn't Want To Be Like Like You" condena, en modo rockero, la avaricia capitalista y la corrupción con la participación de St. Vicent. El poderoso "Redemption Day" se retrae y cuenta con la voz de Johnny Cash. La canción arranca de manera conmovedora y las inquietantes armonías hacen que la canción sea aún más potente.
Hay algunos momentos agradables y divertidos momentos de rock. "Everything Is Broken", con Jason Isbell, es básicamente una versión country del tema principal de la serie de televisión "Wonder Woman". Sigue el viaje sonoro con "Still The Good Old Days", con la presencia Joe Walsh, donde se evidencia que vivir la vida no es solo para niños, las personas mayores sólo tienen un mejor vino. También hay algunas impresionantes baladas de amor a medio tiempo con Eric Clapton, Sting y Brandi Carlile ofreciendo apoyo para la película "Beware Of Darkness". "Cross Creek Road", con Lukas Nelson y Neil Young, es un counrty-rock brillante y "The Worst", con Keith Richards, es breve pero muy emocionante. "Lonely Alone", con Willie Nelson, es una especie de blues alegre y "Nobody’s Perfect", con la voz de Emmylou Harris, habla de gente agridulce en su mejor momento. "For The Sake Of Love", con Vince Gill, simplemente es digna de encomio.
El punto culminante del álbum es "Don't", con la aportación vocal de Lucius. Esta pista de aire retro, aparentemente sale de la nada pero pondrá muchos pelos de punta.
Si el peso del álbum de Crow ha sido ecléctico, entonces "Threads" es seguramente una vuelta a los géneros que ha explorado triunfalmente a lo largo de su carrera, desde blues hasta rock, folk, country, soul, R&B y americana. Este álbum es una verdadera celebración purificadora de la música y presenta a algunos de los artistas más importantes y apreciados y algunos que presentan unas perspectivas de futuro más esperanzadoras.
Tori Sparks, la polifacética compositora y cantante nacida en Illinois y afincada en Barcelona, lleva más de una década sacando discos realmente sustanciosos, donde mezcla estilos y diferentes texturas a través de un cancionero propio potente y recurriendo al acervo cultural popular, asimilado con una naturalidad imponente.
Desde que editara su álbum "El Mar" (2014), ha colaborado estrechamente con unos músicos estupendos llamados Calamento, que junto a Francisco Guisado “El Rubio” a la guitarra eléctrica, y colaboraciones como la de Alba Bioqué (voces y palmas), o Lena Nouart (bailarina), han dado como resultado un precioso friso de influencias primorosamente hilvanadas por el arte de esta mujer que vive en tierra de nadie. Música sin fronteras ni banderas.
En "Wait No More", grabado en directo en una sala de Barcelona, Tori repasa algunas canciones de su propio repertorio, y aporta algunas versiones que ella hace suyas (re)escribiéndolas. Una virtud que no está al alcance de muchos artistas, pero ella tiene ese don. Para comprobarlo, escuchen esa versión de “Everybody Knows” de Leonard Cohen/ Sharon Robinson acompañada por una guitarra flamenca, a la que se va sumando la banda convirtiendo el tema en un arrebatado cruce entre blues y flamenco. Lo mismo podemos decir de otro clásico, “La Llorona”, en la que la aplastante voz de Sparks va creando preciosas escalas ribeteadas por una sección palpitante de percusión de altos vuelos.
De temas propios de Sparks podemos reseñar la preciosa “La Huerta”, que va bifurcándose por ciénagas pantanosas de bella poesía en un cruce entre Giant Sand y Claustrofobia. En “On My Mind” tira de la rumba, aunque la voz de la de Chicago la viste con ropajes soul.
Una gran artista que merecería un mayor reconocimiento.
El primer disco de la banda de Austin, (Texas), Jamestown Revival, formada por Jonathan Clay (guitarra y voces), y Zach Clay (piano y voces), aparecido en 2014 bajo el nombre de "Utah", pasó totalmente inadvertido. Extraño es que no se conociera antes a esta banda que define su sonido como "Souther & Garfunkel", un sonido folk-rock clásico con voces deliciosas y melodías exquisitas que ellos definen a la perfección como "back-porch-folk-rock".
Estamos sin duda ante uno de los discos más bonitos y placenteros del año. Un tesoro absoluto. Minimalista, pausado y con suma clase nos lleva en volandas al bosque de San Isabel, en Colorado. Imaginándonos esas canciones crudas sonando por primera vez en un vieja cabaña de madera al calor de la lumbre. Once temas que brillan por sí solos y que en conjunto forman un sonido folk maravilloso que rememora los sesenta, con Simon y Garfunkel en el retrovisor, con CSN en la mente y, como nos muestran en su magnífica versión del mítico "California Dreaming", con un guiño a The Mamas & The Papas.
La maravillosa "Crazy World" abre un disco que enamora desde su portada. Un medio tiempo campestre, banjo incluido. Las preciosas voces, que nos acompañarán durante todo el disco, empastan a la perfección dando unos matices que nos hacen erizar el vello. Esa voces que sin remilgos enseñan su pasión por Mr. Garfunkel en "This Too Shall Pass", sin duda una de las canciones superlativas del disco. Simplemente de diez.
El country de "Killing You, Killing Me" es perfecto. Sensacional. Ryan Adams mataría por volver a crear una canción de este nivel. A ritmo de vals llega "Who Hung The Moon" que nos derrite el alma, mientras que "Something That You Know" es un balada de esas de rompe y rasga que enamora. Otro de las canciones destacadas del disco es "Round Prairie Road"... Y así podríamos estar hablando hasta el fin de los días de lo bonitas que son estas canciones, pero sería repetirse en exceso.
"San Isabel" se corona como uno de los discos más bonitos del año.
Una espectacular y agradable sorpresa.
Durante dos décadas, la cantante y compositora mexicana Lila Downs ha presentado diferentes estilos musicales dándole un enfoque global a la música que procede de las Américas.
Lila Downs, nacida en Oaxaca y criada en Minnesota, ha pasado su carrera recalcando las diferencias entre las culturas latina y anglosajona, e interpretándolas a través de varios idiomas, (mixteco, inglés, español y zapoteco), y ha tratado con solvencia múltiples estilos musicales que van desde las cumbias y las rancheras hasta el jazz, el folk, el hip-hop incluso el blues. "Al Chile" (2019), se grabó en la Ciudad de México, Brooklyn, Oaxaca y en una granja en Juchitán de Zaragoza. Musicalmente, es un proyecto muy ambicioso y diferente a lo que Lila Downs nos tiene acostumbrados.
Producido por Camilo Lara y mezclado por Mario Caldato, Jr., los sonidos del disco se adentran en el pop latino urbano sin renunciar a las raíces populares. Más de 180 músicos participaron en estas sesiones, incluyendo varias orquestas regionales como La Banda Misteriosa de Oaxaca, especializada en invención rítmica y armónica. Norah Jones y el cantante chileno Gepe también fueron invitados.
"Al Chile" (2019), es una de las grabaciones más aventureras de Lila Downs. Gracias a la selección de Camilo Lara como productor, también es una de las más agradables y polifacéticas. Lo más probable es que, dado su sabor, diversidad y reflejo de los tiempos en que vivimos, resonará con brío y simultáneamente tanto en ambientes rurales como urbanos.
Uno de los hitos musicales del 2019 es el primer álbum de la sensación de Bristol Yolanda Quartey, también conocida como Yola Carter y ahora Yola, acortando su nombre desde el Ep de presentación "Orphan Offering", lanzado en el 2016 y reeditado en el 2017.
Dos años después, la ex-cantante de Massive Attack se traslada a los EEUU y toma como padrino al Black Keys, Dan Auerbach, para su primer lanzamiento de alto calibre que, bajo el título de "Walk Through Fire", ve la luz y que, a buen seguro, las enormes expectativas que se cernían sobre el mismo se van a ver confirmadas hasta por el más escépticos de los mortales.
Country, blues y soul, pese a que pudieran resultar antagónicos por tener orígenes raciales diferentes, cierto contenido fundador como las mujeres, el alcohol y la religión permitieron estrechar lazos de unión entre los géneros propiamente dichos. La cima de la conjunción de estilos, (sobre todo por su repercusión popular), es el famoso álbum de Ray Charles de 1962 "Modern Sounds In Country and Western", donde el autor toma clásicos del folk y el country para adaptarlos al mundo de la música negra y, su tema bandera, "I Can’t Stop Loving You" se convirtió en una joya imperecedera que ambos géneros se atribuyen como tal.
Yola Carter, sin querer ser Ray, pero con su espíritu sobrevolando su cabeza y corazón, ha lanzado su particular modern sounds de country y western en "Walk Through The Fire". Un título que tiene su gestación en dos momentos dolorosos para la artista inglesa, el incendio devastador de su hogar y una relación personal aterradora, por lo que este disco fue una tabla de salvación para la solista y ello se demuestra en la fuerza que retumba en cada nota.
Yola ha publicado, con toda certeza, el disco que la va a encumbrar como la voz de final de la década. Algo que se percibe rápidamente con "Fareway Look", que nos permite apreciar la versatilidad de la enorme voz de Yola Carter capaz de tomar por asalto las cotas de delicioso pop-soul, como sucede en la balada "Rock Me Gently", las visitas al mundo bíblico y angélico en esas maravillas de ofertorio country como en "It Ain't Easier" o "Lonely The Night", hasta arrasar en el R&B de "Ride Out In The Country". La presencia de lo mejor de Nashville como el bajista Dave Rowe, (Johnny Cash, Dwight Yoakam), el teclista Bobby Wood, (Wilson Pickett, George Jones), el batería Gene Chrisman (Aretha, Dusty Springfield), el pedal steel de Russ Pahl, (Leon Russell, Nikki Hill), la guitarra de Billy Sanford, (Roy Orbison, Waylon Jennings) y la colaboración sobresaliente en las letras de Dan Penn en el tema precisamente que da título a álbum, invitan a pensar que este disco no es cuestión baladí.
Si el Ep significaba poner ante los ojos del mundo una fórmula de country-soul crudo y casi desnudo, "Walk Through The Fire" es convertir ese esbozo en todo un mural con Dan Auerbach como andamio de excelente sujeción, ya que en cada segundo de cada tema aporta las texturas musicales que se requieren, baste como ejemplo ese sonido cadencioso y cálido en "Love All Night (Work All Day)" para esa brillante oda al amor de medianoche, o esos teclados que retrotraen a la década de los70’ para el dueto con Vince Gill en "Keep Me Here", (que de haberse publicado en la referida década sería uno de esos temas imborrables), o los momentos de delicada suntuosidad que adornan "Lonely The Night".
Sin duda este primer álbum de Yola Carter es una de esas obras llamadas a la gloria. Una piedra preciosa que va a trascender este tiempo para ser eterna. Con un sonido que evoca nostalgia por venir del pasado más hermoso de la historia de la música, sin lugar a dudas Yola Carter, con su voz y estas composiciones, otorga esperanza al futuro. Enorme talento, enorme diva del country, del blues, del soul , enorme colección de canciones y mucho fuego, sobre todo, porque el fuego tiene muchos colores tantos como la voz de Yola y tiene carácter purificador. Una auténtica joya.
La cantante cubana Aymée Nuviola, presenta su sexta producción musical "A Journey Through Cuban Music" (2019).
Después de obtener un Grammy Latino por su álbum de fusión tropical "Como Anillo Al Dedo" (2017), Nuviola vuelve a las raíces y explora los diferentes ritmos folklóricos de su Cuba natal.
Nuviola debutó con "Corazon Sonero", (2009). Posteriormente, editaría "En La Intimidad" (2014), "First Class To Havana" (2014) y "El Regreso A La Habana", (2016).
Engalanan la producción intérpretes de lujo como Omara Portuondo, Gonzalo Rubalcaba, Chucho Valdés, El Septeto Santiaguero, Alexander Abreu, Alejandro Falcón, Samuel Formell, Pancho Amat, Mayito Rivera, Los Muñequitos De Matanzas o La Conga De Los Hoyos, entre otros.
"A Journey Through Cuban Music", fue grabado entre Matanzas, Santiago de Cuba, Guantánamo, Pinar del Río y, naturalmente, en La Habana.
Un clásico como "Chan Chan", de Compay Segundo, abre el disco. "Consuélate Como Yo", invita a Mayito Rivera en un son cubano a la vieja usanza. De la misma forma, en ambos temas, escuchamos los solos magistrales de Alexander Abreu en la trompeta.
"Dale Tumba" es una guaracha con la participación de Pancho Amat en el solo de tres, instrumento tradicional cubano. "Dónde Estabas Anoche", originalmente un son de Ignacio Piñeiro, anuncia brillantemente al Septeto Santiaguero.
"Tres Palabras" del compositor Osvaldo Farrés, da pie al mágico dúo de Omara Portuondo y la misma Aymée Nuviola. "El Manisero" muestra a Gonzalo Rubalcaba en el solo de piano, así como nuevamente a Alexander Abreu con sutileza y elegancia a la trompeta.
"Ese Atrevimiento" es una rumba fusión con la destacada participación del pianista Chucho Valdes y la legendaria agrupación Los Muñequitos de Matanzas, mientras que la agrupación tradicional La Conga de Los Hoyos, de Santiago De Cuba, es invitada en el tema "La Caminadora", a ritmo de conga.
Si en "Lágrimas Negras" Aymée Nuviola se acerca más a la salsa clásica, (al estilo de Nueva York), en "Somos Cubanos" establece un formidable tándem con Los Van Van de Samuel Formell al estilo songo.
"Taxista" emprende un acercamiento al changüí, acompañada del Conjunto Son Del Guazo.
Nuviola tampoco se olvida de la música guajira. El corte "Yo Soy El Punto Cubano", cierra una grabación digna de Grammy.