Eso es lo que nos dice en la canción que da título a "Blue Mesa" (2018), su sexto álbum y cuarto desde 2013 con el sello Bloodshot. Los lugares donde grabó el álbum pasaron desde Lari y Lansing a Michigan, Nueva York y Nueva Orleans. Son indicadoresde su pasión por los viajes.
Winslow-King aún no se ha sacudido de los vestigios de la ruptura que dominó las canciones de "I’m Glad Trouble Don’t Last Always" (2016). Canciones como "Thought I Heard You", "Blue Mesa" o "Better For Knowing You" muestran que un álbum no fue suficiente para cerrar el capítulo sobre este inquietante evento.
El rock-blues basado en una guitarra que sustenta la mayoría de las canciones en este disco de 40 minutos, junto con su voz emocional, son el vehículo apropiado para expresar su descontento romántico. Cambia del vals "Break Down The Walls" a la dramática "You Got Mine" con facilidad y a las eléctricas "Thought I Heard You" y "Leghorn Women, con la autoridad de un tipo que ha estado mezclando blues con folk, rock y música basada en Nueva Orleans durante la mayor parte de su carrera discográfica. En la animada y juguetona "Chicken Dinner", mantiene el humor ligero.
Las melodías memorables de Luke y sus músicos de acompañamiento, mantienen el ritmo enérgico, eléctric e inmediato. Mira hacia adelante con la esperanza de días más brillantes en el ritmo sonriente y retumbante de "After The Rain", donde dice "Después de la lluvia todo estará claro ... todo estará bien después de la lluvia".
En "Blue Mesa", Luke Winslow-King reflexiona sobre sus fortalezas, debilidades y la necesidad de seguir avanzando con la integridad lírica y musical de un hombre con el corazón roto que entiende el camino que quedó atrás.